Las piezas expuestas a continuación pueden ser concebidas, a primera vista, como objetos artesanales. No obstante, al indagar en su sentido y profundizar en sus significados y orígenes, y al relacionarlos con las creencias de sus creadores y portadores, estos muestran su verdadero propósito: son, también, amuletos, es decir, objetos de protección frente al mal, o que brindan fortuna y abundancia a quienes los usan.
Cuelga de ajos y ajíes. Rari, 1999. Tejido en ixtle y crin teñido. 56 x 20 x 15 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Artesanía en Crin, n.º inv. 300-2674. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Las cuelgas de ajos y ajíes se consideran entre las figuras de mayor tamaño de la artesanía de Rari. Aparecieron en la década de 1990.
Ester Valdés. Detalle de cuelga de canastos. Rari, 1999. Tejido en ixtle y crin teñido. 47,5 x 3,5 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Artesanía en Crin, n.º inv. 300-2464. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Las cuelgas de canasto pueden estar constituidas de 10 o 12 unidades. Reflejan abundancia y se confeccionan mediante una técnica de entramado circular.
Ester Valdés. Detalle de cuelga de canastos. Rari, 1999. Tejido en ixtle y crin teñido. 47,5 x 3,5 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Artesanía en Crin, n.º inv. 300-2562. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Chancho alcancía de tres patas. Quinchamalí. Greda modelada, pulida, cocida y pintada. 14 x 11,3 x 17 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Cerámica, n.º inv. 300-612. Fotografía: Juan Pablo Turén.
El chancho de tres patas de Quinchamalí es un amuleto al cual se atribuye el poder de brindar fortuna, amor y salud a su dueño.
Trenza de la abundancia. Calabaza, semillas y fibras vegetales. 43 x 34 x 8 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Cestería, n.º inv. 300-53. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Posiblemente, este ejemplar fue elaborado en Villa Alegre en el marco de un programa estatal de fomento a la artesanía organizado a inicios de la década de 1970.
Trenza de la abundancia. 1985. Calabaza, semillas y fibras vegetales. 43 x 35 x 8 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Cestería, n.º inv. 300-300. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Este ejemplar habría sido elaborado en Villa Alegre, en el marco de un programa estatal de fomento a la artesanía organizado a inicios de los años 1970.
Billetera de rana. Cuero de rana seco. 22 x 12 x 6 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, n.º inv. 300-393. Fotografía: Juan Pablo Turén.
En diferentes culturas del mundo, las ranas son consideradas como animales mágicos capaces de brindar fortuna. Su piel ha sido utilizada para confeccionar diversos objetos. En algunas ocasiones, la rana disecada porta billetes en sus fauces para asegurar prosperidad económica.
Equeco. Cerámica. 20 x 27 x 14 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, n.º inv. 300-358. Fotografía: Juan Pablo Turén.
En el altiplano andino, el equeco es un amuleto que atrae prosperidad y abundancia. Su origen posee larga data, y su existencia se consolida con la instauración de la fiesta de Alasita a fines del siglo XVIII. En la actualidad, se ha transformado en un amuleto desterritorializado de amplia influencia.
Palma con espiga de trigo. Tejido vegetal. 22 x 12 x 6 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Cestería, n.º inv. 300-158. Fotografía: Juan Pablo Turén.
En la liturgia católica de Semana Santa, las palmas bendecidas recuerdan a los ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén utilizaron para aclamar el paso de Jesús. La religiosidad popular las ha resignificado como objetos mágicos, que cumplen la función de amuletos protectores del hogar y la familia.
Escapulario del Sagrado Corazón de Jesús. Tela cosida y bordada con hilo, láminas de metal, mostacillas y lentejuelas sobre soporte de cartón. 23,5 x 8,5 x 0,5 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, n.º inv. 300-205. Fotografía: Juan Pablo Turén.
El escapulario del Sagrado Corazón de Jesús es considerado como un objeto poderoso capaz de proteger a quien lo porta de distintos males, incluso de la muerte.
Crucifixión de mimbre. 1990. Mimbre tejido sobre madera. 35,5 x 15 x 6,5 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, Colección Cestería, n.º inv. 300-35. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Ana Zúñiga Quezada. Rosario de ónix. 1983. 90 x 3,2 x 1,8 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, n.º inv. 300-424. Fotografía: Juan Pablo Turén.
Germán Mourges. Cruz de marfil. 1987. 3,1 x 2,3 x 0,6 cm. Museo de Arte y Artesanía de Linares, n.º inv. 300-449. Fotografía: Juan Pablo Turén.
El marfil es un material privilegiado en la elaboración de amuletos y talismanes, pues se le atribuye un efecto apotropaico.
